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El Rincón del Caracol

Decía Edmund Burke: "Pueblo que no mira atrás hacia sus antecesores, tampoco mirará hacia su posteridad." Este es un pequeño homenaje que Luis Linares hace a nuestra historia, a nuestros antepasados, a nuestra familia , gracias Luis por ser y estar .S I E M P R E.- Guillermo García Rebé, vecino de Lerma y bisabuelo materno de Rosa María Linares Espada, compró en esta Villa Ducal dos inmuebles, sitos en calle de Calvo Sotelo, antes calle del Mercado Viejo o Calleja de la Plaza, ahora denominada Luis Cervera Vera. El primero de dichos inmuebles era la casa número 10 de la citada calle y constaba de planta baja, corral, piso principal y desván. La adquirió por compra en fecha 4 de septiembre de 1923 a Dª. Teresa Portillo González, D. Gregorio, Dª. Concepción, D. Vicente y D. Simón Arribas González y a Dª Ascensión, D Nicolás y D. Teófilo Revilla Portillo y Dª. Julia Arribas Roa. El segundo inmueble era un “edificio-habitación” de planta baja o local, ubicado bajo la casa antes descrita y fue adquirida en fecha 10 de junio de 1923 por compra a D. Gregorio Arribas Peñamedrano. El primer edificio se alquiló como Casa de Comidas, conocida como “Fonda la Poca Ropa” a Magdalena y Froilán, quienes la regentaron durante las décadas de los años 1950 y 1960, siendo de reconocido prestigio por la relación de calidad precio de sus comidas, especialmente los miércoles días de mercado, festivos y ferias de la villa. En el segundo se desarrollaron las actividades de frutería y carnicería en distintos periodos de tiempo. Al fallecer Mercedes Martínez García, esposa de Guillermo García Rebé y bisabuela materna de Rosa María, el día 5 de enero de 1944, fue una de sus hijas, Clemencia García Martínez, abuela materna de Rosa, quien adquirió por herencia dichos inmuebles en fecha 21 de junio de 1945. Clemencia García Martínez, casada con José Linares Arribas, falleció en Burgos el día 28 de junio de 1993, siendo sus hijos José, Jesús, Guillermo (padre de Rosa María), Azucena y Luis Linares García quienes heredaron ambos edificios. Estos hermanos vendieron a Rosa María ambos inmuebles, siendo rehabilitados por esta para destinarlo al negocio o explotación de hostelería, al ser una magnífica conocedora y gran experta en dicha actividad. A tal fin unió ambos edificios adaptándolos como restaurante, denominado La Acreditada Fonda “Caracoles” en honor a su bisabuelo Guillermo, que era conocido como “El Caracoles” por su manera de expresarse utilizando esta palabra con frecuencia. Rosa Inauguró el restaurante el día 29 de abril de 2000. “Su sueño estaba en marcha”, según sus propias palabras y pronto adquirió un reconocido prestigio gracias a las artes culinarias de las que estaba dotada. Con motivo de las edades del hombre que se celebran este año en Lerma se ha ampliado el restaurante/asador mediante la compra, rehabilitación y adaptación del edificio contiguo y su bodega subterránea (visitable), dotando al inmueble de una mayor amplitud y mejores prestaciones. Su nueva apertura tuvo lugar el día 15 de marzo de este año, habiendo ya alcanzado el grado de la excelencia, si tenemos en cuenta los productos e ingredientes de la más alta calidad con los que se trabaja, tanto en su cocina tradicional como innovadora y muy especialmente gracias a la plena dedicación, la pasión y la imaginación que ponen en su labor cotidiana, sus dos verdaderos maestros culinarios, Rosa y su hijo Héctor, sin olvidar la gran profesionalidad y alta capacitación del personal que presta sus servicios en el restaurante, que goza, merecidamente, de una magnífica reputación y de un gran predicamento, llegando a ser un lugar preferencial en los gustos del cliente exquisito. Así ha sido reconocido en diferentes medios de comunicación, prensa, redes sociales…El último elogio recogido ha sido en el periódico El Pais: El Viajero.- Carlos Pascual, el 14 de junio de 2019: donde se dice “…en torno a la plaza Mayor, sobre todo por la calle Luis Cervera, donde se encuentra un excelente asador, Fonda Caracoles”.